16 junio 2015

Ruido

Quiero gritar por cada vez que tuve miedo.

Quiero gritar por cada vez que el miedo no me dejo hablarle a la chica que me gustaba.

Quiero gritar por cada vez que el miedo me hizo huir de situaciones que debí haber enfrentado como hombre.

Quiero gritar por cada beso que me tragué pensando que no era el momento.

Quiero gritar por cada abrazo que no pedí cuando me sentía roto por dentro.

Quiero gritar por no haber sabido decir te quiero cuando correspondía.

Quiero gritar por cada vez que alguien se iba de mi vida y no hacía el duelo.

Quiero gritar por cada vez que no me enfrente a mis miedos .

Quiero gritar por cada angustia tapada con una sonrisa.

Quiero gritar por cada vez que respondí que estaba bien cuando no era cierto.

Quiero gritar por cada vez que me preguntaron como estaba y el miedo a mostrarme me hizo cerrar la boca.

Quiero gritar por cada persona a la que lastime y nunca pude pedirle perdón.

Quiero gritar por cada vez que algo que no dije me hizo somatizar.

Quiero gritar por tanta lágrima que no supe largar.

Quiero gritar por cada momento que disfrute a medias pensando en el que dirán.

Quiero gritar por el terror que me da conocer gente nueva.

Quiero gritar por el terror que me da mostrar que soy vulnerable.

Quiero gritar por la mochila que no se sacarme y cargo cada día.

Quiero gritar por cada lanza al corazón que me tiraron y dio en el blanco.

Quiero gritar por no poder viajar en el transporte público sin parar de pensar que soy una cara más pérdida entre tantas.

Quiero gritar por no saber seguir mis propios consejos.

Quiero gritar por no saber como no esperar nada de los demás.

Quiero gritar por tantos días perdidos que no supe aprovechar, aunque de nada sirva.

Quiero gritar por no saber gritar.

Y quiero llorar, quiero llorar por todo lo anterior y por lo presente que hasta el momento no supe manejar.

Y quiero gritar porque si hay algo que me da más miedo que el silencio es el ruido. El ruido que se genera al vomitar el dolor que va por dentro, el ruido que nace del quiebre de una forma de vida que no es correcta, el ruido que hace un hombre al romperse en mil pedazos para volver a reconstruirse.

Me da miedo el ruido pero más miedo me da no saber hacerlo.

(Nota del Autor: escrito en el transporte público hoy 16/06/2015 a las 18:30)

27 marzo 2015

Parafraseando a Lacan


"Si usted ha comprendido, seguramente está equivocado." Jacques-Marie Émile Lacan.


Hace un tiempo que estas palabras giran en mi cabeza a la misma velocidad que un grupo de electrones gira en las cercanías del núcleo de un átomo.

No voy a pretender ser un santo, de hecho alguna vez he dicho una cosa y hecho otra totalmente distinta, y debo admitir que cuando me di cuenta de lo que hice, me sentí mal, porque fue ir en contra de mi palabra, fue algo parecido a haberme escondido la billetera a mi mismo y pretender culpar a otro por la desaparición.

Las personas (no todas, pero si una gran mayoría) últimamente se rigen por lo que pareciera una verdad (cuasi) universal, "Como te digo una cosa, te digo la otra" (y no, no estoy parafraseando a Sabina, aunque podría porque cuadra muy bien su canción con este texto).

Empecemos con ejemplos básicos y de lo más didácticos, si se siente identificado levante la mano, pero cuidando donde lo hace que no quiero que la gente piense que usted está loco/a. En estos ejemplos no vamos a poner el sexo de los participantes, porque se aplican para ambos sexos en cualquier orden.

Caso 1

2 personas se conocen, empiezan a salir y ven que las cosas van bien, las cosas siguen su curso,en ambas partes se va despertando un sentimiento por la otra persona (OJO, no hablamos de enamoramiento), lo cual es lógico ya que si compartís tu tiempo y tu cama algún que otro día de la semana con alguien a menos de que seas de piedra no podes no quererla aunque sea un poco. 

Hasta ahí vamos bien, 2 personas, salen, van bien, hay comunicación y por lo visto, hay ganas, no hay nada serio y no se planteó seriedad ni se pidieron exclusividades, simplemente 2 personas que se ven, se divierten juntos e incluso hasta se quieren y extrañan, sin reclamos, sin reproches.

Y un día una de las partes decide terminar todo porque no está lista para algo serio, aclaremos que no hubo propuestas, que no hubo reproches y mucho menos reclamos, las cosas se daban de la misma manera que se venían dando, que cambió en 24 hs? Que pasó en tan poco tiempo? Un día se quiere y se extraña a una persona y al otro no la queres ver más porque de repente es algo serio??????

Si ustedes me disculpan, hasta donde yo tenía entendido, teníamos algo que no era serio, sin reclamos ni reproches y con las cosas claras. Y en menos de un día la otra persona pasó a entender de que esto era algo serio, que no estaba preparada y que quería terminar todo. 

Caso 2

1 persona organiza un viaje e invita a sus 4 amigos a sumarse a esta nueva aventura, los cuales discutiendo sobre cual sería el destino, fecha de inicio del viaje y forma de realizar el mismo acceden a embarcarse en tamaña empresa.

Pasan los meses y el organizador está cada día más feliz de poder ir al lugar que eligió con sus amigos, sus amigos contagiados por su felicidad no pueden hacer más que saltar de alegría al saber que su viaje está pronto a comenzar.

2 días antes del viaje, ya teniendo el vehículo, teniendo los bolsos armados, estando todos contentos y por supuesto habiendo pedido los correspondientes días cada uno en su trabajo, el organizador de repente informa que "NUNCA" estuvo seguro de hacer el viaje, que ya no estaba tan ilusionado y que pretendía cancelarlo.

A ver si entendemos, organizas un viaje, invitas a tus 4 amigos, los ilusionas y no paras de ilusionarlos y de demostrar tu alegría y felicidad hasta 2 días antes del viaje para después decir que jamás estuviste seguro?

A ver si vamos entendiendo un poco esto que pasa, las personas realmente están seguras de las cosas que dicen? Por qué es más fácil decir las cosas inversas a las que pensamos? Por qué dan a entender una cosa cuando quieren otra?

Y así caemos en un montón de ejemplos tontos, la chica que te gusta que te histeriquea y te da señales de que le gustas y cuando actúas en consecuencia te encontrás con un paredón que te dice "NO ME GUSTAS, TE CONFUNDISTE" y ya se que todos van a decir que pudo ser debido a una mala interpretación de las señales, créanme que habiendo visto esas "SEÑALES" con mis propios ojos y en compañía de varios amigos/as no es posible que 10 personas se equivoquen y menos habiendo mujeres en el grupo que observaba.


Así que haciendo una reflexión de un texto que es más ejemplo que otra cosa y que puede incluso tener más ejemplos, pero calculo que con esto basta y sobra, podríamos decir que muchas de las personas hoy por hoy, nos dan a entender que las cosas son como dicen, aún sabiendo que en realidad son de la forma que callan.

Y como para ir cerrando, quizás ya sea momento de dejar de lado las sutilezas y dejar de jugar al oficio mudo, digamos las cosas como son, digamos lo que sentimos cuando lo sentimos y no pretendamos que el otro nos lea como a un libro abierto cuando generalmente no pueden más que leernos como si fuésemos un diario mojado. No hay mejor persona que vos para decir lo que te pasa y como te sentís.

Y a vos te digo, si a vos que estás dando por sentado un mensaje de una persona el cual es confuso, no te quedes con la duda, pregunta, indaga y exigí claridad, porque no hay nada peor que comprender para después darnos cuenta de que estábamos equivocados.


Buenas noches.

16 febrero 2015

EGO it's like the Cookie Monster




Te sacas una foto, la ves, te gustas, te gusta como saliste, te gusta la sonrisa o la cara que estas haciendo, te gusta porque te ves y te gustas a vos mismo.

Te vestís, estas listo/a para salir a romper la noche, a cenar, a merendar, a patear piedras al costado del río, no importa la situación, te vestís porque de momento está penado por la ley salir desnudo por la vida.

Que buscamos cuando le pedimos una opinión a otra/s persona/s sobre tal o cual foto, sobre como nos queda tal o cual prenda?

Si ya nos vimos y nos gustamos, si ya dimos diez mil vueltas frente al espejo y nos encanta como nos queda esa remera que compramos, o ese vestido que te regalo la prima de tu vieja que hace mil años no te veía.

Por qué necesitamos que los demás nos digan que nos queda bien? Por qué necesitamos que los otros nos digan que salimos bien en la foto? Por qué imploramos que una foto en una red social tenga mil likes?

En que nos cambia? Nos va a quedar mejor la ropa después de una opinión? Vamos a estar más lindos en la foto después de 50 comentarios positivos?

El que este libre de pecado que tire la primer piedra!!! Pero seamos sinceros...
No estaremos pecando de falsa modestia cuando pedimos opiniones solo para que nos digan lo que ya sabemos (me incluyo en todo esto), pero que queremos escuchar una y otra vez? Hay varios que tienen adentro un obeso mórbido llamado EGO que no puede pasar un día sin que le den de comer, porque si de él se tratara desearía que su masa llegara hasta las nubes.

Aceptemos la crítica que nos den, sea buena o mala, la percepción que tenemos de nosotros mismos enfundados en esa prenda, o de nuestra cara en esa foto, o de nuestra voz en una grabación, no siempre va a ser la misma que tengan los demás y el simple hecho de que lo que nos dicen se condiga con lo que nosotros mismos vemos es lo que hace tan divertido al mundo, la diversidad de opiniones, la diferencia de puntos de vistas, la diferencia de gustos, es lo que nos hace tan únicos, que no siempre tenemos que estar de acuerdo o ver lo mismo en todo lo que se nos pone adelante.

Alimentemos el ego, SI, pero sin excedernos, estar siempre pendientes de lo que opinen, piensen y digan los demás sobre una foto, una prenda, un audio o de lo que sea, nos termina cohibiendo y empieza a crear paredes que nos van impidiendo ser nosotros mismos. Mostrarse tal cual es uno es lo mejor que se puede hacer, porque a la larga o a la corta, la gente va a empezar a apreciarnos viendo más allá de la cara, la ropa, el timbre de voz, etc.




15 febrero 2015

Radiografía de mi Enemigo

Creo que jamás puse esto en mi blog, pero aquí vamos, sufro de trastorno de ansiedad, más conocido generalmente como "Ataques de Pánico".

Empezaron hace mucho, más o menos un mes después de la muerte de mi abuela, no voy a contar lo pasado porque ya en cierto modo lo conté anteriormente.

Bueno, basta de tanta introducción que empiezo a irme por las ramas como de costumbre y jamás cierro una idea.

Radiografía de mi Enemigo :

Tiene una precisión casi quirúrgica, una velocidad devastadora, y una fuerza titánica a la hora de frenar todas mis ganas de cumplir ciertos objetivos.

En que momento permití que me pudiera doblegar? Como logró manipular mi cuerpo hasta el punto de hacerme creer que algo malo me pasa? De que forma se adueñó de mi cabeza para convertirla en una ensalada gobernada por el caos?

Les soy sincero? No tengo ni idea de en que momento obtuvo tanto poder, pero lo que si se es la forma que tiene de quererme doblegar, me autobombardea con ideas y pensamientos totalmente estúpidos, infundados, sensaciones de malestar, dolor, falta de aire, mareos, taquicardias, desesperación, etc.

Ya fui al psiquiatra, ya me medicaron pero no quiero que las pastillas gobiernen mi vida, no quiero ser un esclavo de un pedacito de fármaco que suprime un síntoma, quiero erradicar el síntoma yo mismo, con la ayuda de un profesional o varios, en una sesión de terapia solo o grupal.

Llega un punto en el que te das cuenta que tu enemigo no tiene un cuerpo físico, no tiene un rostro y muchos menos un teléfono al que podamos llamarlo para insultarlo, es un monstruo formado por los miedos, por ciertas cosas que nos enseñaron, por nuestras frustraciones, por nuestras auto limitaciones, por la negación y las situaciones de conflicto no resueltas. En algún momento toda esa basura que juntamos cobra vida, se une cada pedazo con el más próximo y dejamos inconscientemente comience a controlarnos, a limitarnos, a disminuirnos, a volvernos una minúscula copia de un 1/8 de persona de lo que eramos.

Y a veces creemos derrotarlo y dejamos de pelear porque nos conformamos con haberlo doblegado por un tiempo, pero nos damos cuenta de que muchas veces el periodo de paz entre que doblegamos al enemigo a fuerza de pastillas y de terapia es tan solo la calma que antecede a la tormenta, porque lo único que hicimos fue sacarle la coraza externa, dejamos expuesto su/s núcleo/s y ahí es cuando la verdadera pelea empieza, cuando llegamos a la raíz del mal, cuando vemos al enemigo cara a cara y sabemos que está dispuesto a utilizar todos los recursos disponibles para diezmarnos. Hoy en día me encuentro en esta etapa, mirando a los ojos a mi enemigo, utilizando todas las herramientas disponibles a mi alcance para no cederle ni un centímetro más de territorio.

Es loco decirlo, pero cada vez que me miro al espejo y me veo reflejado, se que detrás de mis ojos él se esconde y me mira con el mismo miedo que yo lo miro a él, porque ambos sabemos que la verdadera pelea, recién acaba de empezar.