08 julio 2013

Vos y yo, un juego de silencios.





Nunca pensé que fuera a aturdirme tanto tu silencio, nunca pensé que iba a necesitar tanto escucharte, hasta quedarme sordo, hasta hartarme de tu voz, pero como hacerlo? como hartarme? Si tu voz me fascina, me lleva a sitios desconocidos, escucho audios viejos y entro en esa puta maquina del tiempo que me lleva a una época de jazmines florecidos, de caricias en el corazón, de susurros con mil te quieros, a las discusiones sin sentido, por tonterías, y entre respuesta y respuesta nuestras risas cómplices alimentando un sentimiento tan puro.

Hoy hay tanto silencio, tanta carencia de risas, de susurros, de caricias, de promesas y los mil te quieros.

Y estamos atrapados en este juego de muecas, de ausencias, de cobardía, donde ninguno da el brazo a torcer, y sigo buscándote aunque no te pueda encontrar, sigo gritando tu nombre para ver si me escuchas.

Estoy afónico, cansado y ya no hay remedio para la garganta ni para el alma que pueda devolverme la voz, sigo esperando que el eco de tanto grito ahogado llegue a tus oídos, sigo esperando que claves el puñal o que me cures, sigo esperando... esperando.

Y mientras espero, seguimos atrapados en este juego de silencios que no es más que el resabio del sueño que pudo ser y perdimos a mitad de camino.

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